La diversité linguistique ne nous fait pas peur dans les Cahiers Bleus; elle est le reflet de celle des loges du GOS... En attente d'une petite traduction par le soin de nos FF de la RL José de San Martin nous avons le plaisir de publier ce document de grand intérêt pour l'histoire maçonnique signé par notre sœur Rosana Arques VM de la Logia Femenina de Alicante.
HISTORIA DE LA MUJER EN LA MASONERÍA
PARALELISMO CON EL MOVIMIENTO FEMINISTA.
La masonería ha jugado un papel importante en nuestra sociedad a través de los tiempos. Pero ¿cuál ha sido el papel de las mujeres, no solo como actrices de reparto, sino también como protagonistas?
La masonería se remonta a la época de la construcción de catedrales, sin embargo ya en el 1375 se conoce la aceptación de pertenencia de mujeres en las cofradías profesionales, como es el caso de las hilanderas, tejedoras o incluso en profesiones netamente masculinas como la de los albañiles de York, donde se menciona la pertenencia de “hermanos y hermanas”.
Carpinteras, impresoras, papeleras. La iniciación de los constructores no se reducía únicamente a los rústicos picapedreros, si no que incluye a todo aquel oficio que utilice la escuadra, el compás, la regla el mazo o el cincel en sus trabajos.
La masonería operativa, la de la construcción, dio paso a la masonería especulativa, la de la reflexión.
En realidad, después de estudiar esta evolución de una forma en otra, podríamos decir que la masonería fue la primera forma de asociacionismo formal. Con reglamentos, normas, usos y costumbres, actas y orden del día.
MASONERÍA ESPECULATIVA
La mujer en esta segunda etapa, queda casi exclusivamente relegada y excluida, ya que según las Constituciones de Anderson (1723) en su disposición general establecía que “los esclavos, las mujeres, las gentes inmorales o deshonrosas, no pueden ser admitidas, sí solamente los hombres de buena reputación”.
La masonería tiene diferentes definiciones, pongo por ejemplo la del Diccionario Enciclopédico de la masonería de Lorenzo Frau y Rosendo Arús:
“La masonería es una asociación universal, filantrópica filosófica y progresiva, procura inculcar en sus adeptos el amor a la verdad, el estudio de la moral universal, de las ciencias y las artes, desarrollar en el corazón humano los sentimientos de abnegación y caridad, la tolerancia religiosa, los deberes de la familia, tiende a extinguir los odios de raza, los antagonismos de nacionalidad, de opiniones, de creencias y de intereses, uniendo a todos los hombres por los lazos de Solidaridad y confundiéndolos a un tierno afecto de mutua correspondencia. Procura en fin, mejorar la condición social del hombre por todos los medios lícitos, y especialmente por la instrucción del trabajo y la beneficencia Tiene por divisa, libertad, igualdad, fraternidad”.
Pero ante esta definición cabe preguntarse: ¿qué papel se les reservaba a las mujeres en este proyecto?
¿Podían ellas formar parte de esa llamada Asociación universal?
En principio, la respuesta es NO.
¿Como empieza a incorporarse la mujer en la masoneria?
Y dentro de la masoneria continental existirán los países Germanos, los países latinos y los francófonos.
Debemos destacar que tanto la Masoneria inglesa y como la escocesa, nunca tuvieron en cuenta la cuestión de la mujer.
Para ello crearon una paramasoneria específica, basada más o menos en los modelos de logias de adopción europeos, compuestos por las mujeres hijas y hermanas de masones, que se dedicaron a realizar una filantropía exterior muy activa.
Sin embargo el país por excelencia para el crecimiento de la masonería liberal y femenina fue Francia, tierra donde nacieron las primeras estructuras específicas mixta y femenina que conocemos.
En la en la Inglaterra de 1723 no existe ninguna visión de cambio para modificar y remover los cimientos de aquella sociedad de logias masculinas.
Y de este modo y con esa premisa, a lo largo de los años y siglos, algunas organizaciones masónicas masculinas, se han escudado en no otorgar, ni a día de hoy el derecho de pertenencia que tenemos las mujeres en plano de igualdad.
Estos grupos u organizaciones, utilizan argumentos pintorescos, cínicos, grotescos o machistas para conceder o negar a la mujer el privilegio espiritual y moral de la iniciación.
Con estas condiciones el movimiento sufragista femenino Inglés y Americano no tuvieron ningún interés en formar parte de la masonería
Pero con la Revolución Francesa, el cambio de época, vemos como se separa la organización en dos líneas claramente diferenciadas. La masonería anglosajona con la “obligatoriedad de la creencia en un dios revelado” y la masonería afrancesada o liberal y adogmática que no exige creencia alguna para ser admitido.
En el continente europeo y lógicamente con las ideas de la Ilustración, crecen las logias liberales y adogmáticas, donde se empieza a valorar la posible pertenencia de las mujeres en las logias, pero sin olvidar que tiene un fin muy peculiar, y no es la emancipación de la mujer.
Esta masonería liberal tiene como ambición superar los antagonismos religiosos.
“Tiene como principio la libertad de conciencia, la tolerancia y la fe en la capacidad del ser humano para cambiar y transformar el mundo. No están obligados a creer en ninguna religión salvo en aquella en la que puedan estar todos de acuerdo, respetando las opiniones de cada cual y comprometiéndose a ser hombres buenos y de verdadero honor, libres y de buenas costumbres”.
En la masonería de los siglos XIX y principios del XX, la mujer siempre ha sido, un elemento de segundo o tercer grado, al que en el mejor de los casos se le permitía constituirse en logia de adopción, con todo el sentido peyorativo que el término encierra en sí mismo, en cuanto a paternalismo, protección vigilancia y control supone.
Las mujeres que se acercaban a la masonería no tenían una empresa nada fácil ni en la sociedad de su tiempo, ni en la propia masonería, en la que no tenían cabida en igualdad de circunstancias con los hombres, y ni siquiera a día de hoy lo estamos, y luego explicaré por que.
Hay referencias de que a partir de 1871 fueron incorporándose mujeres a la masonería afrancesada o liberal, que dota a las mujeres de la igualdad (como siempre castrada) unas veces mediante la fórmula de la adopción, Logias regentadas por varones, pero dejando a las mujeres un ritual que medio imita al de los caballeros, otras veces las podemos encontrar compartiendo trabajos en logias masculinas.
El pensamiento liberal masónico, el republicanismo, toman conciencia que en su camino hacia el futuro, han dejado atrás a la mitad del mundo y de su propia familia.
Así pues, el primer objetivo fue la obtención de la igualdad entre el hombre y la mujer en términos de derechos de propiedad e igual capacidad de obrar, así como la demanda de igualdad de derechos dentro del matrimonio.
Autores liberales como Rousseau relegan a la mujer a un segundo plano dentro del estado liberal.
Como reacción a esto, se crea una declaración de los derechos declinada en femenino.
En 1791 Olympe de Gouges, hizo la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, como contrapartida tras la revolución Francesa.
La masonería masculina liberal y adogmática, en su apuesta por el laicismo promovieron apartar de la influencia de la iglesia a la mujer, y esto hace que la empujen hacia actividades más intelectuales como el trabajo de la razón.
Es necesario liberar a la mujer de una figura controladora que amenaza la transmisión de los valores liberales a la familia, la iglesia y los representantes de la misma, de una fe ciega y esto hace que algunos hombres acerquen a sus mujeres a las logias para dar un giro a su discurso dentro del ámbito privado y así conseguir “mejores esposas y madres, mediante una instrucción moderna”.
Es cierto también que otros masones, contribuyeron a facilitar la presencia de las mujeres en el espacio público, trabajando por la igualdad ante los códigos establecidos, la incorporación al mundo laboral y con el tiempo al mundo político.
Ese es el principal objetivo de los hombres que pertenecen a la masonería, o por lo menos de aquellos que ven peligrar la coherencia en sus ideas “restringir el control de la institución religiosa sobre la familia y la mujer.
Todo ello atañe al mundo llamado profano, es decir la mitad femenina “para la masonería”, pero que sucedió con esa mitad femenina ·en la masonería·?. Un mundo en el que por principio debería estar excluida?
La introducción de la masonería en España fue muy tardía, pues hubo que esperar a las libertades constitucionales obtenidas a raíz de la Revolución de Cádiz de septiembre de 1868, sin embargo la masonería que se construyó en España en la segunda mitad del siglo XIX, fue pionera en su preocupación por resolver la cuestión de la iniciación de la mujer y sobre todo fue continuidad de la masonería adogmática y liberal traída de Francia.
Si socialmente la situación de la mujer en aquella época era difícil, en la masonería alcanzaba cotas no fáciles de entender y más en una institución en la que tenia vetado su ingreso.
Por ello el esfuerzo de la mujer, para poder participar y pertenecer a la masonería, fue un esfuerzo colectivo de muchas mujeres que lucharon por su propia dignidad y la de generaciones futuras.
Y sin embargo, a pesar de esa prohibición expresa, es posible encontrar en los archivos de la masonería española, presencia femenina.
En definitiva mujeres que asisten a las reuniones masónicas, iniciadas en los secretos de una asociación que nunca las aceptó plenamente.
Las mujeres masonas de aquella época vivieron prácticamente en la trastienda de la Orden. Casi siempre al margen de todo tipo de acciones o decisiones incluidos sus propios y limitados pasos.
Sin embargo superaron con creces las expectativas de un futuro masónico sumergido en el silencio, tanto en número como en la calidad de sus trabajos dentro de las logias, que constituyen un paradigma de emancipación femenina poco frecuente en su época.
Las logias estaban cayendo en la irregularidad al iniciar a las mujeres en sus logias, y aparecen los primeros reglamentos de "adopción".
En las primeras décadas del siglo XX desciende ostensiblemente el número de mujeres siguiendo una tendencia que también se observa en la masonería en general.
Sin embargo, la segunda república trae un nuevo periodo de esplendor masónico que tendrá su equivalente en la masonería femenina, y que no solo aumenta sus efectivos, sino perfila un nuevo tipo de “mujer masona” mucho más consciente de sus carencias y de su limitaciones de libertad e igualdad.
Pero esa masonería de adopción nace con un carácter absolutamente dependiente de las logias regulares y masculinas, y es denominada bajo un tipo de rama masónicas auxiliar y por lo tanto segregada, cuyos trabajos debían estar presididos por el venerable maestro de la logia que la patrocinaba.
Las claras diferencias:
? Solo podían aspirar a conseguir los grados simbólicos de aprendiza compañera y maestra.
? La admisión de las profanas estaba supeditada al arbitrio de la logia masculina adoptante.
? Su carácter subsidiario también queda patente en las cuestiones relacionadas con la aportación económica a la obediencia, de la que estaban exentas.
? Existía una ausencia de toma de decisiones y ninguna representatividad en las asambleas generales donde no tenían ni voz ni voto.
Datos:
En 1925, apareció en el boletín del GOE (Gran Oriente Español) una propuesta para reformar la masonería de adopción en un sentido más progresista con el fin de conceder un mayor protagonismo a las mujeres en las logias.
La iniciativa parte del Capitulo rosa Cruz Lucentino de Alicante, que pide una reforma de los estatutos generales de la Orden para dar cabida a las mujeres en los talleres simbólicos equiparando sus derechos masónicos.
A su vez el GODE (Gran Oriente de España) ignora totalmente la inclusión de la mujer en la masonería aludiendo que “no debe formar parte de ella porque no son propias de su temperamento ni de su organismo las discusiones filosóficas, sociales y económicas que puedan suscitarse”.
Y el Gran Oriente Nacional de España, dado el descontrol y falta de uniformidad ante el criterio de iniciar o no a las mujeres, regula el Rito de Adopción y la creación de logias femeninas.
La inclusión o no de la mujer en la masonería es también paralela al movimiento feminista en sus diversas olas.
Las reivindicaciones feministas, el sufragio femenino, los avances en la segunda república de transformación social que abren un nuevo camino para la emancipación femenina, los conjuntos de leyes civiles que convierten a la mujer española en un sujeto de pleno derecho, y la aparición de una aparente masonería mixta que dio paso posteriormente a las logias femeninas o de adopción.
Aquellas mujeres entran en la masonería de la mano de hombres masones que suelen realizar una labor de proselitismo a favor de la emancipación femenina.
Ejemplo:
En Alicante la logia Constante Alona en 1891, creaba una Cámara de Adopción femenina integrada por un total de veintiuna mujeres, todas ellas escritoras a excepción de dos artistas, lo que nos induce a pensar que se trataba de un colectivo de clase media.
La conexión entre el incipiente discurso feminista y esta Cámara de Adopción femenina se producía a partir de los contactos establecidos entre los círculos masónicos alicantinos con dos pioneras del librepensamiento: Rosario de Acuña, la primera mujer que habló en el Ateneo de Madrid y que llevada por los ideales comunes; anticlericalismo, búsqueda de progreso humano, respeto y tolerancia, se inició el 12 de Febrero de 1886 en la Logia alicantina y la valenciana Belén Sárraga, fundadora de la Asociación Femenina de Valencia en 1897 y cuyas actividades masónicas en la ciudad conocemos tanto por la documentación existente de la citada logia Constante Alona como por sus intervenciones en distintos actos públicos junto a reconocidos masones alicantinos : Rafael Sevila, José Guardiola o José María Santaelices.
Los movimientos feministas en aquellos momentos reivindicaban mejoras de tipo social.
o Derecho a la Educación
o Derecho al trabajo
o Demandas políticas de igualdad
o Legislación basada en la discriminación de la mujer
o Abolición de la esclavitud
En la España de la II República, se dotó de derechos a las mujeres en términos de igualdad.
o Ley de divorcio
o Voto femenino
o Igualdad en el matrimonio con la responsabilidad con los hijos
o Igualdad en política, podemos ser elegidas.
o Ejercer a patria potestad sobre los hijos menores en caso de viudedad
o Eliminar los castigos por adulterio.
La mayor problemática femenina para la pertenencia dentro de la masonería son las limitaciones sociales.
Y ahí nos paramos en los perfiles de las mujeres que solicitan entrar en la masonería en los siglos XIX y XX.
En el Siglo XIX, la creación de logias de adopción significaba un tesón masónico a prueba de adversidades, de manera que cuando un grupo de mujeres lograba reunir el número y las energías necesarias para alcanzar la autonomía que proporcionaba la adscripción a su propia logia, sin duda se habían hecho poseedoras de un crédito masónico fuera de lo común.
En definitiva, la fundación de una logia femenina permitía un proceso de emancipación tibio y cauteloso que, aunque controlado por hombres masones, constituía en el fondo y en su contexto una valiosa iniciativa.
Los datos de las mujeres masonas son tan escasos que dificultan enormemente una aproximación exacta a su perfil sociológico.
Sobre todo porque hay una información deficitaria de las fuentes masónicas
1º ETAPA:
De 1871 a 1900 y estuvo marcada por las divisiones masónicas, en un primer momento por la proliferación de obediencias y el protagonismo del Gran Oriente Español en 1889.
Las mujeres en aquel entonces alcanzan la cifra de 400, lo que supone un 66% del número total.
2º ETAPA:
De 1900 a 1930, se corresponde con tres décadas en las que la masonería intenta reponerse de la crisis finisecular o criáis de fin de siglo, con problemas dinásticos, económicos y sociales, y se encuentra con circunstancias políticas adversas como la dictadura de Primo de Rivera.
En este momento el número de mujeres masonas sólo llega a 105.
3ª ETAPA:
De 1930 a 1939. Los años de la Segunda República y de la guerra civil, jalonados por un importante desarrollo de las logias masónicas, en cuanto a efectivos pero que se detienen radicalmente con la irrupción de la guerra.
El crecimiento masónico se desarrolla durante seis años y el número de masonas alcanza la cifra de 83, por lo que las perspectivas en masonería femenina apuntaban a un auge numérico.
Ejemplos de logias de adopción:
MINERVA (Madrid) 1873, dependía de la logia Porvenir GOE compuesta por un “número respetable de señoras esposas en su mayor número de hermanos nuestros y se distingue por la seriedad de sus trabajos”.
La única actividad que se le conoce es una función en el Teatro Español en beneficio de un hermano masón en la que tomo parte Esmeralda Cervantes, miembro de esta logia.
HIJAS DE LOS POBRES. (Madrid) 1887
PAZ (Madrid) 1917
HIJAS DE LA ACACIA (Valencia) 1890 dependiente de la logia Acacia nº25 de Valencia con 8 mujeres
HIJAS DE LA UNIÓN (Valencia) 1891 dependiente de la logia Valencia nº119 (GOE)
CARIDAD (Cartagena) 1891 dependiente de la logia Diez Hermanos nº380 de Murcia GONE (Gran Oriente Nacional de España)
Las logias de adopción constituyeron la concreción y el desarrollo más palpable de la masonería de adopción.
Sin embargo, las mujeres masonas en España no solo aparecen encuadradas bajo esta fórmula masónica.
Aún siendo iniciadas en el rito de adopción, en algunos casos las mujeres permanecieron en el seno de logias masculinas, ya fuera mezcladas con el resto de miembros activos o segregadas en cámaras o columnas de adopción que nunca se convirtieron en logias femeninas,.
Ejemplos fueron las logias:
LEALTAD Nº 6 BARCELONA
CREACIÓN Nº3 BARCELONA
CONSTANTE ALONA ALICANTE
CARTEIA CADIZ
AMERICA UBRIQUE
FE SEVILLA
ETC.....
201 mujeres constituyeron las logias de adopción.
137 estuvieron encuadradas en cámaras o columnas dentro de las logias regulares.
178 mujeres en una situación sin duda compleja, las logias supuestamente mixtas, situación contradictoria si nos atenemos a la letra de los reglamentos.
9 registradas en la columna de honor de los censos.
61 fueron lowatonas, es decir niñas adoptadas por la masonería mediante ceremonias simbólicas.
Dos momentos especialmente importantes para la masonería femenina desde el punto de vista cuantitativo, finales del siglo XIX y la Segunda República.
En los censos de logia podemos conocer la profesión de las mujeres que pertenecían a la masonería en aquellos momentos.
En su gran mayoría en los documentos aparecen ocupaciones del tipo “sus labores” ”su sexo” “su casa”, también habían profesoras, modistas, matronas, labradoras, industriales, artistas, bordadoras....
La masonería preocupada por la educación como medio de perfectibilidad humana, participó en proyectos educativos vinculados a la modernización pedagógica dentro del laicismo. Por tanto, no es extraño que las maestras y profesoras tuvieran cabida en sus filas, la mayoría de ellas defensoras de las nuevas líneas de educación, Karusismo, Institución Libre de Enseñanza, Liga por la Cultura Popular…etc
Nos encontramos en el SXIX a mujeres singulares en la sociedad española y que a su vez pertenecen a la masonería como pueden ser:
Concepción Arenal
Escritora y pionera en el movimiento feminista.
Emilia Pardo Bazán
Novelista
Periodista
Abanderada de la defensa de derechos de la mujer
Naturalista
Rosario de Acuña
Escritora
Defensora de la igualdad entre el hombre y la mujer.
Mercedes Vargas
Poetisa
Teresa Claramumt
Anarcosindicalista
Movimiento Obrero
Fundadora de la primera Organización Feminista Española
Ángeles López de Ayala
Intelectual
Periodista
Junto con Teresa Claramunt fundan la primera Organización Feminista Española.
Este feminismo decimonónico estaba muy lejos de cualquier forma de reivindicación política, de lo que no cabe duda es que la preocupación de estas librepensadoras estuvo encaminada a fomentar un cambio de mentalidad que fomentara la educación igualitaria y reclamara la dignidad de la mujer como individuo desprendiéndose de la tutela del varón.
No obstante, es preciso señalar que se trataba de reducidos círculos femeninos, que tal y como afirma Mary Nash, además de sufrir la incomprensión de sus contemporáneos, tuvieron que enfrentarse a serias dificultades, como el abandono de sus familias, el silencio y la pobreza que terminaría siendo el destino de muchas de ellas.
PERFIL SOCIOLÓGICO DE LAS MUJERES MASONAS SXX
En el plano masónico las mujeres que componen el panorama español pueden estar encuadradas en aquellas mujeres que comienzan su andadura masónica en una logia masculina o regular, para acabar finalmente formando parte de una cámara de adopción lo que en un principio supondría un paso más en términos de autonomía masónicas.
Los salones literarios, las tertulias y la lectura fueron sembrando en la mujer inquietudes que irían más allá de las cuestiones “exclusivamente femeninas” de manera que puede decirse que el componente feminista de las corrientes librepensadoras en el tránsito de los siglos XIX al XX, contribuyó y mucho a matizar las características del discurso igualitario de raíz ilustrada que suponía, en líneas generales, el abandono de la minoría de edad y la construcción de un espacio entre iguales, aún cuando se dejaba la lucha activa a los poderes del hombre, conformándose la mujer con adquirir su dignificación como compañera.
Las conexiones entre libre pensamiento, feminismo y masonería se hicieron patentes en la trayectoria de muchas mujeres fuera y dentro de España en el SXX.
Abogada
Politica
Feminista
Voto femenino
Exiliada
Margrita Nelken
Escritora
Politica
Feminista
Estuvo en los frentes de Extremadura y Toledo
Participó en la defensa de Madrid
Exiliada.
Después llego la Guerra Civil Española.
La mayoría de los masones y masonas tuvieron que exiliarse o fueron represaliados. La masonería como organización librepensadora fue perseguida y aniquilada por el régimen franquista y dictatorial.
El movimiento feminista continuaba en Europa y comienza a principios de la década de 1960 y se prolongado hasta aproximadamente hasta 1990.
Este “movimiento de la mujer, o movimiento de liberación de la mujer se centra en la igualdad no oficial.
En el ámbito de la sexualidad, la familia, el lugar de trabajo y quizás de forma más controvertida en los derechos de reproducción. En el derecho al aborto.
Comienzan a aparecer en estos años las primeras líderes feministas lesbianas.
Paralelamente, en el país vecino levanta columnas la primera Organización masónica exclusivamente femenina, La Gran Logia Femenina De Francia en 1952.
La más antigua organización femenina en el mundo, de carácter masónico.
En la década de los años 1960 y 1970, la Gran Logia Femenina de Francia ampliará el número de logias por toda Francia pero también en los otros países francófonos europeos, como Bélgica y Suiza.
En 1973, la Gran Logia Femenina adoptará el Rito Francés, cuya patente fue entregada por el Gran Oriente de Francia.
A partir de entonces, la Gran Logia Femenina de Francia entregaría a su vez patentes de creación a numerosas logias tanto en los departamentos franceses, como en países no francófonos, como España (a la Gran Logia Femenina de España), Portugal, Venezuela, Polonia, Hungría y Letonia.
El gran crecimiento de esta organización se debe justamente al movimiento feminista que ve un lugar de reflexión en la masonería. Un lugar donde debatir las ideas, donde aportar libremente la necesidad de conocerse y reconocerse como mujeres, entre mujeres.
En este momento, en el año 2005 y de la mano de la Gran Logia femenina de Francia, nace la Gran logia femenina de España.
Actualmente tiene logias de Madrid, Asturias, Alicante, Barcelona. Girona y Canarias.
La realidad finalmente del crecimiento de una masoneria femenina en le mundo, pasará siempre por el avance social de las mujeres en tanto y cuanto que su emancipación social, económica, familiar, laboral le permita ser libre y de buenas costumbres, algo por lo que trabaja el feminismo como movimiento, para conseguir la igualdad real entre el hombre y la mujer.
Rosana Arques VM de la logia femenina de Alicante MM GLFE